Nestora Salgado cuenta las 144 horas marcadas como plazo para determinar su libertad. La comandanta de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) en Olinalá está ansiosa e ilusionada. El sentimiento de alegría anticipada, sin embargo, desaparece al analizar lo que puede pasar. Y se le borra la sonrisa: Quisiera decir que me siento contenta, pero no es así. Me siento nerviosa, asustada, porque sé cómo juega el gobierno, cómo ha administrado la justicia conmigo.
Nestora no ha podido dormir bien esperando el momento de su liberación, pero advierte: Con mi liberación, la lucha no termina, la lucha apenas empieza
.
–¿Por qué?
–Porque son más compañeros los que están presos. Quisiera que el gobernador analice la situación de ellos, que seamos reconocidos. Los policías comunitarios luchamos por un bien, para dar seguridad y apoyar al gobierno, que no nos estaba dando la seguridad. (La Jornada)