Justo por donde atraviesa una franja de la falla de San Andrés, en la zona alta de la comunidad de Santa Cruz Ayotuzco, en el municipio de Huixquilucan, y por donde se lleva a cabo la recarga de los mantos acuíferos, vitales para que los Valles de Toluca y de la Ciudad de México tengan agua, los gobiernos del Estado de México y de la República avanzan en la construcción de la nueva autopista Toluca-Naucalpan; que destruirá al Parque Otomí-Mexica del Estado de México, considerado por decreto presidencial reserva natural protegida.
Ayotuzco, San Francisco Xochicuatla, San Lorenzo Huitzizilapan, Santa Cruz, la Magdalena, comunidades pertenecientes a los municipios de Huixquilucan, Lerma y Naucalpan, son algunos de los pueblos que han levantado la voz sobre el impacto ambiental que provocará esta obra a cargo de las empresas Construcar y Autovan, filial de la constructora Teya, de Grupo Higa, consorcio encabezado por San Juan Armando Hinojosa Cantú, contratista predilecto de Enrique Peña Nieto. (Punto 12)