Exigen organizaciones alemanas compromiso con los derechos humanos a Estado mexicano

* Reunión con funcionarios mexicanos, «sin respuestas convincentes y creíbles». 

Imagen: DesdeAbajo
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Ciudad de México, a 18 de diciembre de 2015. Tras una reunión con Miguel Ruiz Cabañas Izquierdo, Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, la Coordinación Alemana por los Derechos Humanos en México (Deutsche Menschenrechtskoordination Mexiko, DMKRM) lamentó que el funcionario no haya reconocido siquiera la crisis de derechos humanos en México.

En una reunión bilateral después de un evento público, y a nte las preocupaciones y cuestionamientos expresados por los miembros de la Coordinación sobre las diferentes violaciones a derechos humanos en México, «no se tuvieron respuestas convincentes y creíbles por parte del subsecretario», lamentó la organización alemana.

Carola Hausotter, secretaria ejecutiva de la coordinación, dijo que desde el inicio de la conferencia «fueron notorias las contradicciones fundamentales entre el discurso oficial del diplomático y la información sobre la situación de derechos humanos en México que la Coordinación Alemana recibe a través de sus organizaciones contrapartes en México y de organismos internacionales como la ONU y la OEA”.

Miguel Ruiz-Cabañas le dijo a las defensoras alemanas que en México la población pide la presencia de las fuerzas armadas para combatir la delincuencia organizada y que el origen de la violencia y de las violaciones de los derechos humanos en México está en el narcotráfico. «Para la Coordinación esta afirmación pasa por alto las graves violaciones que estos cuerpos de seguridad nacional cometen, que han sido denuciados por las organizaciones civiles mexicanas y documentadas en los informes de organismos internacionales», resaltó la organización, además de que niega la existencia de una violencia estructural en el país y de violaciones cometidas por servidores públicos.

En la reunión biltaral, el subsecretario no mencionó una cifra exacta de las personas desaparecidas forzadamente en México, así como tampoco reconoció la necesidad del registro único. Además recalcó que, según su propia experiencia laboral, algunas veces las personas no quieren ser encontradas, «revictimizando y estigmatizando a  los familiares de las personas desaparecidas», lamentó la Coordinación.

Al tocar el tema de la impunidad, el funcionario señaló a la sociedad civil alemana que México es “un país sobrediagnosticado” y no se refirió a las numerosas recomendaciones con carácter vinculante que el país ha recibido y que no se han cumplido en su mayoría. en cuanto a la tortura, aunque reconoció su existencia, «deslindó la responsabilidad del Estado en la prevención y combate de tan grave violación a los derechos humanos, y no consideró que instrumentos como el arraigo impiden el acceso a la justicia para los presos, al mismo tiempo que facilita la práctica de la tortura», informó la Coordinación.

«En lo que concierne a la sociedad civil organizada, solamente se refirió al buen funcionamiento del Mecanismo de  Protección para  Personas  Defensoras  de  Derechos  Humanos  y  Periodistas,  sin  reconocer  que  la  gran mayoría de los casos de agresiones en contra de estas personas permanecen en la impunidad. Tampoco problematizó la criminalización de que estos actores sociales son objeto», señala la nota informativa de la organización alemana.

Las organizaciones civiles exigieron al gobierno mexicano que plantee  un  plan  concreto  de  medidas  para  implementar  en  un  tiempo  establecido  las recomendaciones  en  materia  de  derechos humanos  que  los  organismos  internacionales  han formulado, reconociendo su validez y legitimidad, y que se establezca un espacio eficaz de participación para las organizaciones de la sociedad civil y para los grupos de víctimas en la generación y aplicación de normativas en materia de derechos humanos.

Finalmente, la Coordinación Alemana expresó su indignación ante la reticencia de un funcionario de alto nivel del gobierno mexicano para reconocer que México atraviesa una crisis profunda y generalizada de derechos humanos en todo su territorio, lo que sería un requisito indispensable para enfrentar realmente la gravísima situación de violaciones generalizadas a los derechos humanos que se vive en el país.