Pareciera que ya es normal ver por todo el país a miles de familias buscando a sus seres queridos en las morgues y fosas clandestinas, y aun en las que han creado algunos gobiernos, como el de Morelos, sin que tengan un resultado esperanzador o una respuesta a sus reclamos en las distintas instancias gubernamentales.
Ahora, el priista Enrique Peña Nieto presentó ante el Congreso la propuesta de Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Desaparición de Personas, en un intento por responder a los reclamos de los familiares de los 43 desaparecidos en Iguala, Guerrero, pero no hay acciones para detener este fenómeno de las desapariciones forzadas que continúa creciendo en casi todo el país.
El olvido y la normalización de la violencia son las peores situaciones en las que pueden caer los desparecidos y sus familiares. Y eso es lo que al perecer quieren los distintos gobiernos que, como en el caso de Morelos, con el gobernador Graco Ramírez, se intentó inhumar a escondidas en una fosa común más de 150 cuerpos sin identificar para “sepultar” de esa manera la exigencia de todos aquellos que quieren de regreso a sus seres queridos. (Proceso)