En el atrio del Museo de Memoria y Tolerancia se inauguró un altar de muertos para honrar la memoria de los periodistas asesinados en los últimos años en este país. El proyecto busca concientizar a la población capitalina sobre el riesgo que corren los reporteros y fotógrafos al ejercer su trabajo, y que sus homicidios dejen de considerarse como hechos aislados. Este año el caso que causó mayor revuelo fue el del fotoperiodista Rubén Espinosa, quien recién había llegado de Veracruz y fue asesinado el 31 de julio junto a 4 mujeres en la colonia Narvarte.
México se coloca apenas por encima de países como Malasia, Venezuela, Camboya, Burundi y Bangladesh en cuanto a garantías para ejercer la libertad de expresión. (Más por Más)