No hay una conspiración por parte de las ONG’s internacionales, las cuales a través de testimonios, entrevistas con autoridades gubernamentales y representantes de la sociedad civil han dado fe de la terrible crisis humanitaria que asola a nuestro país, para debilitar al gobierno de México. Las críticas del exterior de que México tiene un problema grave de corrupción y de violaciones masivas de derechos humanos tienen fundamento.
Algunas de las burdas críticas, en el caso de la visita de la delegación de la CIDH son por ejemplo, que dos de los comisionados no hablan español, o porque sólo estuvieron en México cinco días, o porque no conocen el país, son irresponsables y superficiales en sus acusaciones. Lo que no pueden es cuestionar la realidad de la tragedia de derechos humanos que describen estos expertos. Pero no me crean a mí… Vayamos a los datos oficiales.
Un poco de humildad, reconocimiento de la realidad y voluntad política de empezar a resolver esta crisis humanitaria. Esto le dará credibilidad al gobierno, no atacando los mensajeros. (El Financiero)