Mientras la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, «exagera» (Roberto Campa dixit) y no hay una crisis de derechos humanos «generalizada» (esa palabra en particular les molesta cantidad, recuerden el manotazo cuando otro relator, Juan Méndez, dijo lo mismo con respecto a la práctica de tortura); la CIDH se mantiene en sus observaciones preliminares a lo que será un informe país.
En este último, que se publicará a inicios de 2016, tiene un adelanto en lo que se dio a conocer el pasado viernes en un documento de «observaciones preliminares»: nuestro país queda retratado de manera dolorosísima y muy preocupante con respecto a violaciones graves a derechos humanos cometidos -ojo- por el Estado mexicano y no por algún gobierno en particular… pero que persisten.
Para inicios de 2016 habrá un «Informe país» (que sí, adelantarán al Estado mexicano para comentarios por un par de semanas) y después de eso otras recomendaciones. Recomendaciones, que, hay que insistir, el Estado mexicano después será llamado a informar cómo cumple en abril o quizá hasta octubre de 2016. Uno no pertenece a un Sistema Interamericano de a gratis. Aquí sí hay un seguimiento. No es negando una realidad que a todos nos afecta como el país cambiará; es aceptando críticas y trabajando para arreglarlas. (El Universal)