El maíz es herencia, sustento y base de la alimentación y la economía, así como pilar de la cultura indígena y campesina; preservarlo libre de transgénicos y como bien común es nuestro derecho y obligación, consideró Elena Álvarez-Buylla, del Instituto de Ecología de la UNAM.
Durante el ciclo de conferencias “La Incidencia de la Ciencia en Conflictos Socioambientales”, realizadas en la Facultad de Ciencias, la investigadora recordó que el 15 por ciento de las plantas comestibles en el mundo provienen de México por lo que de afectarse la gramínea, habrá un impacto no sólo nacional sino internacional, pues se trata de un insumo fundamental para el futuro de la agricultura ante el cambio climático y las inestabilidades de los sistemas socioeconómicos, continuamente en crisis. (Fundación UNAM)