* Centenares de organizaciones y personas lanzan el documento «Un grito de paz y amor por la vida»
Ciudad de México, 06 de agosto de 2015. Con la exigencia de castigo a los autores materiales e intelectuales del asesinato del periodista Rubén Espinosa, la activista Nadia Vera y las mujeres identificadas como Alejandra, Yecenia y Nicole, centenares de personas y organizaciones sociales exigieron la renuncia del gobernador veracruzano Javier Duarte.
Con un llamado a que la rabia se convierta en acción, los firmantes del documento «Un grito de paz y amor por la vida» señalaron que: «Ya sabemos quiénes son los responsables. Comenzamos a entender los intereses, prejuicios y cegueras que colman nuestras tierras de sangre e indolencia». Sostuvieron que «no basta el estado de derecho a modo, ni las falsas declaraciones o peor aún los silencios contundentes del verdugo. Todos y todas lo sabemos, con nombre y apellido, como dicen los jóvenes estudiantes, pero pocos nos atrevemos a decirlo, ante el miedo de ser el siguiente de la lista del Centro de Investigación y Seguridad Nacional, o de Bermúdez, o de Duarte, o de Mancera, o de Enrique Peña Nieto, o del sistema, o de las corporaciones transnacionales».
En el documento, los firmantes cuestionan las versiones y elementos que se han filtrado a los medios de comunicación sobre la investigación del multihomicidio, que ha conmocionado a la sociedad y provocado el pronunciamiento de organismos internacionales de derechos humanos, desde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos hasta la Organización de las Naciones Unidas. Recordaron también las advertencias del gobernador Duarte a los periodistas en el marco del Día por la Libertad de Expresión, quien acusó a comunicadores de estar coludidos con el crimen y lanzó: «van a caer muchas manzanas podridas”.
Las y los activistas consideraron que es urgente poner un «freno de emergencia» a la situación de violencia y abuso oficial en la entidad, que es considerada la más mortífera para los periodistas. «Hacemos un llamado a la reflexión y a las acciones colectivas de mujeres, hombres, niños, niñas, jóvenes y ancianos, para que aún con nuestros miedos, pero cargados de iniciativas, de sueños, de esperanzas, hagamos posible otra forma de vida en nuestra casa, salón, escuela, barrio, comunidad, en Veracruz y en México».
La carta pública recuerda que no solamente hacen responsable a Duarte de la muerte de Rubén Espinosa, sino de «Regina, Moisés, Noé, Gregorio, Rubén, Nadia; de todos los periodistas asesinados por su compromiso con la dignidad y la justicia social; así como de la represión y hostigamiento a los estudiantes de la Universidad Veracruzana, y a defensores de Derechos Humanos». Para finalizar, denunciaron que «el aparato de mando único que encubre con la delimitación política de los territorios la responsabilidad de las fuerzas federales de seguridad en la política de exterminio a luchadores sociales».
La misiva está firmada por organizaciones veracruzanas y nacionales, como Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental, LAVIDA; Alianza Internacional de Habitantes, AIH; Alianza Mexicana Contra el Fracking; Alianza en Defensa de la Naturaleza y D. H., cuenca río Bobos-Nautla; y la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales.