Se suma condena de la CIDH por asesinato de Rubén, Nadia y tres mujeres más

Relatoría de Libertad de Expresión urge a revisar procedimientos de investigación de los casos

Protesta en Morelia - Proceso
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Ciudad de México, 05 de agosto de 2015. Con un llamado a evaluar de manera urgente si deben activarse los mecanismos de atracción “de manera que estos casos puedan ser investigados y judicializados de inmediato por las autoridades federales”, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su condena por el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa y de cuatro mujeres, entre ellas la activista Nadia Vera.

La oficina de la CIDH recordó que en junio, Espinosa había decidido refugiarse temporalmente en el Distrito Federal, de donde era oriundo, tras recibir amenazas. En una entrevista reciente, señaló la CIDH, Espinosa expresó su temor y relató un episodio en el que mientras cubría una manifestación de estudiantes, “una persona de la Ayudantía del Gobierno del Estado” de Veracruz se acercó  y le advirtió: “deja de tomar fotos si no quieres terminar como Regina”. “Espinosa había señalado además al gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, como responsable de la falta de libertad de expresión en ese estado. El fotógrafo había contado también incidentes recientes de acoso y vigilancia”, sostuvo la Relatoría en un comunicado emitido ayer.

La activista Nadia Vera también responsabilizó en semanas recientes al gobernador de Veracruz de cualquier acto en su contra.

Por otra parte, y tras las presiones de organizaciones sociales nacionales e internacionales, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó ayer que la investigación incluye líneas sobre las actividades que Rubén Espinosa y Nadia Vera desempeñaban en Veracruz. Negó también la información de días previos, en la que se señaló que la principal hipótesis de la PGJDF apuntaba a un robo como motivo del quíntuple homicidio del 31 de julio en la Ciudad de México, en el que las víctimas aparecieron con un tiro en la cabeza, torturadas y las mujeres atacadas sexualmente.

La Relatoría Especial exhortó a las autoridades a investigar de manera exhaustiva la hipótesis según la cual estos crímenes estarían asociados con el ejercicio de la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos, y a poner en práctica todos los instrumentos con los que cuentan para identificar, procesar y sancionar a los responsables materiales e intelectuales. También señaló como “esencial” que se consolide el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas y que se fortalezcan los mecanismos de coordinación interinstitucional entre las autoridades federales y los distintos niveles del gobierno para asegurar la adecuada adopción e implementación de las medidas de protección, especialmente para aquellos periodistas en situación de riesgo que debieron desplazarse.

La impunidad en los delitos cometidos contra periodistas, recordó la CIDH, “fomenta la reiteración de actos violentos similares y puede resultar en el silenciamiento y en la autocensura de los y las comunicadoras”.