Después de muchos años de convivir con los prisioneros de las cárceles mexicanas, Félix llegó a Hermosillo hace casi 15 años a hacer pastoral en el Centro Cultural Universitario.
Siempre fiel a la Compañía de Jesús, pero siempre crítico a las expresiones de sometimiento y opresión que generan las estructuras jerárquicas y de poder. Sobre todo fiel a sus convicciones de que en las capas menos favorecidas y vulnerables se podía y debía encontrar la humanidad extraviada de esta sociedad. (Libera Radio)