* El hondureño Ángel Amílcar, sobreviviente de tortura a manos de militares, da su testimonio.
Ciudad de México, 03 de junio de 2015. Con «profunda preocupación» reaccionó el Subcomité de Derechos Humanos del Parlamento Canadiense ante el testimonio del migrante garífuna Ángel Amílcar Colón Quevedo, torturado por militares mexicanos con el fin de obligarlo a autoincriminarse en delitos que no cometió, informaron Amnistía Internacional y el Centro Prodh, quienes acompañaron al hondureño en su gira por el país norteamericano.
Ángel Amílcar Colón Quevedo fue torturado por elementos policiacos y militares en el norte de México. Pasó más de cinco años encarcelado con base en una confesión coaccionada bajo tortura. Fue nombrado un preso de conciencia por Amnistía Internacional y recuperó su libertad en octubre de 2014, pero los responsables de la tortura y por la falta de investigación de la misma, no han sido sancionados.
El comité parlamentario también escuchó las intervenciones de Alex Neve, Secretario General de Amnistía Internacional Canadá, y de Luis Tapia, defensor de derechos humanos del Centro Prodh, quienes explicaron que el caso de Ángel «no es aislado», sino que sucedió en medio de la llamada “guerra contra las drogas” que militarizó la seguridad en México «e hizo explotar una crisis de graves violaciones a derechos humanos caracterizada por el uso de la tortura como método de investigación, la desaparición forzada y las ejecuciones», relataron en boletín de prensa.
En su oportunidad, Amnistía Internacional y el Centro Prodh indicaron que el Relator Especial contra la Tortura de Naciones Unidas, Juan Méndez concluyó que en México existe una práctica generalizada de tortura y el Comité de Desaparición Forzada de Naciones Unidas expresó que en diversas zonas del país existe un contexto de desaparición forzada. También expusieron las «cifras exorbitantes» de denuncias de tortura, casos de desaparición y hechos de ejecución extrajudicial ocurridos en México frente a la «falta de investigación e impunidad casi absoluta de las autoridades involucradas».
En días recientes, los parlamentarios canadienses también manifestaron su indignación ante la denuncia que realizó en Ottawa la señora Hilda Legideño, madre de Marco Antonio Tizapa Ledigeño, uno de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa.
Ángel Colón Quevedo y Luis Tapia Olivares también se reunirán con autoridades de la Cancillería canadiense, para llamar a Canadá a aprovechar su relación bilateral con México para impulsar medidas para combatir la crisis de derechos humanos.