* También se debilita el policía comunitario preso Gonzalo Molina, quien se solidarizó con Salgado.
Ciudad de México, 02 de junio de 2015. Aunque su hígado está inflamado y su piel manchada refleja ya los estragos de su salud, la ex coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado, seguirá con su huelga de hambre hasta que sea liberada ella y los comunitarios Gonzalo Molina y Arturo Campos, señaló su hermana Cleotilde Salgado, en una conferencia de prensa donde fue apoyada por familiares de otros policías comunitarios de Guerrero presos y por organizaciones estadunidenses.
Nestora Salgado, presa hasta este fin de semana en el Centro de Readaptación Social No. 4 en Nayarit, está acusada de secuestro, pues el 16 de agosto del 2013 ordenó la detención del síndico Armando Patrón Jiménez, acusado de abigeato y de presunta participación en el asesinato de dos ganaderos, y por la reeducación de dos jóvenes acusados de cometer delitos. Hace cuatro días fue trasladada a la Torre Médica de Tepepan, donde volvió a ingerir líquidos después de casi un mes de huelga de hambre y varios días de huelga de sed. Aunque el gobierno federal retiró los cargos en su contra, el gobierno estatal insiste en mantenerla presa, lo que organizaciones vinculan al intento por desmantelar a las policías y autodefensas comunitarias en el convulsionado estado.
De esto dieron testimonio los familiares de Molina, Campos y Marco Antonio Suástegui, vocero de los opositores a la presa La Parota, quienes indicaron que en Guerrero hay 13 policías y autoridades comunitarias en prisión. Acusaron maltrato físico y sicológico a sus presos, y mostraron fotografías para dar cuenta de ello. «Los penales federales son para hacer tortura a los luchadores sociales», lamentó la esposa de Suástegui. «Es un mensaje de que eso se hará a quien se oponga a los proyectos personales de los políticos», insistió.
Sumado a la huelga de hambre de Nestora, el comunitario Gonzalo Molina ya sufre desmayos y gastritis. La esposa de Arturo Campos, preso en el penal de máxima seguridad del Altiplano, relató que tiene más de un año y medio que no puede verlo, e insistió en que para el gobierno, «los criminales son inocentes y los inocentes son lo peor».
Las organizaciones estadunidenses que acompañan a Nestora señalaron que su caso ya se volvió internacional, pues hay protestas por su liberación en países como Japón y Australia. Indicaron que su traslado a la Torre Médica fue porpresión social, e invitaron a una marcha para este jueves a las 13 horas, partiendo del Tren Ligero Tepepan.