* Indican que no es la primera muerte de infantes a causa de servicios del gobierno.
Ciudad de México, 26 de mayo de 2015. Para las y los habitantes del ejido La Pimienta, en Simojovel, Chiapas, la muerte de dos bebés por la aplicación de vacunas el 8 de mayo es un intento de masacre por parte del Estado, quien estaría intentando evitar su responsabilidad, de acuerdo con un comunicado.
Las y los ejidatarios denunciaron que la COFEPRIS «nos presentó otra de las tantas mentiras como el Chupacabras de Salinas», refiriendose a la versión de que los bebés enfermaron por un agente infeccioso ajeno a las vacunas que recibieron los infantes. «No les creemos nada porque no hay transparencia», indicaron, pues de acuerdo con los tsotsiles, «en la reunión los cuestionamos y se quedaron callados al decirles que este no es un caso aislado porque hace seis años en el Municipio de San Fernando fueron vacunados 18 niños y empezaron a vomitar sangre; hasta la fecha no sabemos cuántos se murieron».
Los ejidatarios cuestionaron que «cómo es posible que con la muerte de dos niños por las vacunas del IMSS la COFEPRIS sean premiados con reconocimientos por la Organización Mundial de la Salud». Cuestionaron que «quién nos garantiza que estos 29 bebes van a quedar bien, que tal en 5 años presentan cáncer o algún otra enfermedad incurable, seguro el gobierno dirá que por falta de alimentación y de cuidado. Eso nos preocupa a todos, que no queden bien y que más adelante tengamos que salir a buscar a hospitales gastando nuestro poco de dinero. Por eso que el gobierno se responsabilice en todo, y que no sólo quede como responsabilidad de este gobierno sino también de los que vienen», exigieron.
Los indígenas pidieron justicia, que «no sólo es encarcelar a unos cuantos y después de unos meses lo dejen libres, que comiencen con los de allá arriba», insitieron. «Los bebés no los vamos a cambiar por cinco mil pesos como ofrece el gobierno de Manuel Velasco, esa propuesta nos parece más que una burla que no encontramos palabra para describir nuestro coraje porque la vida no vale cinco mil pesos».
De acuerdo con el comunicado, no es la primera vez que mueren niños y niñas por responsabilidad del gobierno en Chiapas, pues «en su gobierno de Pablo Salazar se murieron varios bebés en el hospital en Comitán, en Acteal para acabar con la lucha indígena organizó a varios paramilitares matando a 45 indígenas y cuatro no habían nacido, les abrieron el vientre y les sacaron el bebé para matarlo», y exigieron justicia también para las víctimas de la guardería ABC.