La movilización nacional e internacional por la liberación de Nestora Salgado se incrementó luego de que la luchadora social y ex comandante de la Policía Comunitaria de Guerrero decidió iniciar una huelga de hambre hasta sus últimas consecuencias. Son ya 11 días en los que Nestora Salgado sólo prueba agua, por lo que su vida está en peligro. El movimiento comunitario de Guerrero ha advertido que tomará carreteras el 2 de junio, cinco días antes de las elecciones, si no hay una respuesta favorable; mientras en diferentes ciudades de Estados Unidos se empezaron a organizar protestas para presionar por la libertad de quien es también ciudadana de aquel país.
Nestora nunca debió haber pisado la cárcel, pues existe una legislación local que ampara la labor de vigilancia y justicia de su organización. Y no sólo: de acuerdo al procedimiento jurídico, una vez que fue ilegalmente encarcelada, debió haber sido liberada desde el pasado 2 de abril, fecha en la que el primer tribunal unitario del vigésimo primer circuito, del Poder Judicial de la Federación, dictó auto de formal libertad precisamente porque sus labores de policía comunitaria eran reconocidas por la ley.
Los familiares de la presa política exigen, mientras le otorgan la libertad, su tralado inmediato al Centro Femenil de Reinserción Social Tepepan, delegación Xochimilco, en el Distrito Federal, donde deberán garantizarle la atención médica que requiere y que en Tepic le han negado. (La Jornada)