Hay en Veracruz, y por fortuna, un grupo de reporteros que todos los días le apuestan a la crónica y el reportaje como periodismo de investigación. Pero más aún, al ejercicio reporteril al servicio de las mejores causas sociales de la población, al lado de los desheredados de la fortuna, como les llamaba Albert Camus, los olvidados, como les decía Buñuel.
Ellos han puesto sus plumas al servicio de los pobres entre los pobres, de los miserables, de los jodidos, de los desempleados, de los migrantes, pero también de los secuestrados, desaparecidos y ejecutados de norte a sur y de este a oeste.
Igual que muchos otros activistas sociales, también luchan desde la trinchera periodística contra los males endémicos en la tarea de gobernar, como la corrupción, el enriquecimiento inexplicable, la impunidad, el abuso y exceso del poder, el desvío de recursos. (blog.expediente.mx)