En este asunto, el epicentro se encuentra en el periodismo de investigación, un género que hurga en la manera en cómo se usa el poder. Cuando un periodista o analista mexicano entra en ese terreno, se desatan las furias de los poderosos y por eso crece incontenible la lista de periodistas asesinados amenazados o despedidos por difundir detalles incómodos.
Enrique Peña Nieto quiere pasar a la historia como el reformador de México. Múltiples factores han ido obstaculizándola; uno de ellos fueron las revelaciones sobre su residencia. Se ha endurecido y hay evidencias sobre los intentos de su gobierno por controlar la información incómoda y las voces críticas y silenciar los conflictos de interés. Terminaron quebrando la resistencia de los Vargas: según algunas versiones, Eduardo Sánchez Hernández, director de Comunicación Social de Los Pinos desde el 6 de marzo, jugó un papel central, ayudado por sus nexos históricos con MVS.
En México, el modelo empresarial de comunicación en radio y televisión es reacio al periodismo de investigación que ayudaría a reavivar un país ahogado por la corrupción y los conflictos de interés Al eliminar a Carmen y a su equipo del cuadrante han lanzado una advertencia a quienes piensen en hablar claro.
Pero en la vida y en la historia, una cosa es querer y otra poder. (Reforma)