* “Daremos la batalla”, advierte a las afueras de las instalaciones de MVS.
México, DF, 16 de marzo de 2015. Miles de radioescuchas, así como periodistas, intelectuales y organizaciones de la sociedad civil –a las que se sumó el Centro Prodh- manifestaron su rechazo al despido de Carmen Aristegui, titular del noticiero Primera Emisión de MVS y directora de Aristegui Noticias, y su apoyo a la periodista y su equipo de trabajo. El cese de la comunicadora fue interpretado como un atentado contra la libertad de expresión y ha sido relacionado con sus investigaciones sobre corrupción.
La politóloga Denise Dresser, el académico Sergio Aguayo, el historiador Lorenzo Meyer, el analista Enrique Galván Ochoa y el artista Mardonio Carballo, colaboradores de Primera Emisión, anunciaron que en solidaridad con el equipo de Aristegui abandonan a la emisora. Los periodistas Rafael Loret de Mola, Julio Hernández y Javier Solórzano, los caricaturistas Jis y Trino, el encarcelado comunicador Pedro Canché y el analista John Ackermann, entre otros líderes de opinión, también rechazaron contundentemente el despido de la comunicadora y sostuvieron que su trabajo es necesario para el México actual. “Son tiempos oscuros, difíciles y lamentables”, sostuvo Hernández, quien agregó que el golpe no es sólo contra Aristegui, sino contra “el periodismo, contra la sociedad y contra este México necesitado más de luces que se sombras”.
El propio defensor de la audiencia de la empresa, Gabriel Sosa Plata, condenó la campaña emprendida por MVS contra la periodista y señaló que las condiciones que se le querían imponer eran incompatibles con las condiciones contractuales que le garantizaban independencia periodística, y sostuvo que con su despido perdían no sólo ella, sino los escuchas y la corporación. La asociación de escritores PEN México y PEN Internacional lamentó «el enorme vacío informativo y periodístico que deja la salida del aire de Carmen Aristegui y de sus colaboradores Daniel Lizárraga e Irving Huerta».
La empresa anunció el domingo por la noche que daba por terminada su relación laboral con Aristegui. La periodista anunció que impugnará su despido y acusó que “los eventos de las últimas horas tuvieron todos los vicios, fueron planeados con mucha anticipación, muchos recursos y mucho poder”.
Aunque Carmen Aristegui no ha responsabilizado concretamente a persona alguna por su despido, diversos periodistas coinciden en señalar que los motivos están más allá del incidente que desató la crisis. El diferendo inició el 11 de marzo con una reacción de la empresa contra la presentación de la nueva plataforma digital Méxicoleaks, por medio de la que se podrán “filtrar” de forma anónima documentos sobre corrupción y violaciones a derechos humanos, y a la que se unió el equipo de periodistas bajo la denominación Unidad Aristegui/MVS. MVS indicó que su marca se usó sin su consentimiento, y lanzó una acusación por “abuso de confianza”.
La comunicadora manifestó su voluntad de dialogar y permanecer en la empresa, pero el día 12 fueron despedidos los periodistas Daniel Lizárraga e Irving Huerta, de la Unidad de Investigaciones Especiales, quienes revelaron los escándalos de la millonaria casa de la esposa de Enrique Peña Nieto y de una presunta red de explotación sexual en el PRI del Distrito Federal. Aristegui exigió la reinstalación de sus colaboradores como condición para continuar, y la empresa respondió emitiendo lineamientos de trabajo que acabarían con la independencia editorial del noticiero y cesando a Carmen Aristegui.
El periodista y especialista en medios de comunicación Jenaro Villamil escribió que “estos manotazos de censura deben colocarse en el contexto de la próxima licitación de una red compartida a la cual aspiran los dueños del grupo radiofónico, aunada a los enconos oficiales que despertó la divulgación del ‘caso Casa Blanca’”, y señaló que la campaña contra la periodista inició a unos cuantos días que Eduardo Sánchez, exabogado general de Grupo MVS, asumiera las funciones de coordinador general de Comunicación Social de la Presidencia de la República.
El periodista Javier Solórzano (excompañero de trabajo Carmen Aristegui durante quince años) también ubicó el entorno del despido en la investigación de la llamada Casa Blanca del Enrique Peña Nieto, que le pegó “muy fuerte” a la presidencia, además de muchos más que incomodaban. “¿Por qué un asunto que pudo haberse resuelto se convierte en el pretexto para despedir a una periodista? Eso es lo que hoy está en la mesa y lleva a pensar en el entorno”, lanzó en un video.
Darío Ramírez, director para México de la organización defensora de la libertad de expresión Article 19, consideró que el mensaje con el despido “es que ese tipo de periodismo que hace Carmen Aristegui no tiene cabida en los medios de comunicación mexicanos”, y agregó que es un síntoma de las condiciones que vive el periodismo hoy.
El periodista Jorge Ramos, conductor de Noticiero Univisión, publicó en su cuenta de Twitter: “Lógica mexicana: Descubren conflicto de EPN; su esposa y Videgaray en compra de casas. ¿A quién despiden? A los periodistas que lo descubren”.
Algunos medios de comunicación extranjeros que han vinculado el despido de la periodista con su trabajo periodístico son Reuters, AP, Al Jazeera, The Financial Times, The Guardian y Forbes. Además, muchos más han consignado ampliamente la situación, como El País y El Mundo, The Wall Street Journal, The New York Times y Los Angeles Times.
Más de 150 mil personas firmaron una petición para que la periodista no salga de MVS, cuya cuenta en Twitter perdió 20 mil seguidores en las primeras horas después de que se anunció el cese.
Los colegas de Aristegui han llamado a la solidaridad, mientras que los radioescuchas tienen programadas manifestaciones enfrente de la emisora. El periodista Rafael Loret de Mola llamó a la sociedad civil: “Les pido cero cobardía, sólo de esta manera podremos ganarle el juego a quienes nos quieren callar”.