Información Sididh, La edición de hoy, Uncategorized — marzo 12, 2015 at 9:00 am

En el mercado de trabajo, cuatro millones de niñas y niños mexicanos

* La mayoría desempeñan labores peligrosas y está desprotegida, denuncia coordinación de ONG.

Niñas y niños trabajadores, desprotegidos - AM
Niñas y niños trabajadores, desprotegidos – AM

México, DF, 12 de marzo de 2015. Cerca de 400 mil niñas, niños y adolescentes trabajan remuneradamente o no en México, y cerca de 300 mil realizan labores que ponen en riesgo su salud e integridad física, mental y emocional, así como su desarrollo, denunció la Mesa Social contra la explotación de Niñas, Niños y Adolescentes. La coordinación de ONG pidió que el gobierno federal cumpla con los acuerdos internacionales y leyes de protección para menores trabajadores, sobre todo de aquellos en situación de alta vulnerabilidad.

Durante el Foro “Los Rostros del Trabajo Infantil en México”, Margarito Nemecio, coordinadora del área de migrantes del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, detalló que en siete años, cerca de 39 menores de edad de La Montaña de Guerrero, trabajadores del sector agrícola, murieron por accidentes y negligencias derivadas de sus condiciones de trabajo (como contacto con pesticidas, atropellamientos por tractores o falta de atención médica), y que estos casos no son esclarecidos.

Giovanna Battaglia, del Centro de Desarrollo Indígena Loyola, denunció que en los campos de chile de Guanajuato, los niños trabajan jornadas de 12 horas diarias sin recibir salario y sin permiso para beber agua.

Nasheli Ramírez, directora de Reriki Intervención Social, destacó que las estadísticas oficiales no contemplan a muchos menores que se encuentran laborando en las calles debido a la crisis económica, o a aquellas que son llevadas a ciudades para realizar trabajo doméstico y otros tipos de trata de personas.

Alfonso Poirè, de Save the Children, alertó de la incorporación de menores al crimen organizado, y lamentó que tampoco haya estadísticas que permitan conocer el alcance de este fenómeno, además de los que son “levantados” para involucrarlos forzadamente en hechos de violencia.

La Mesa Social precisó que “las labores peligrosas o insalubres tienden a darse en un entorno donde no solamente el Estado incumple en la provisión de la protección social y la consolidación de un estado de Derecho, sino que éste omite  ofrecer la protección suficiente a la niñez y la adolescencia contra la exposición a situaciones de riesgo a la salud, la supervivencia o el desarrollo en el entorno laboral. Esto se relaciona con las condiciones precarias en el hogar, en las que es apremiante obtener un ingreso para cubrir las necesidades de sus integrantes”.

Las organizaciones diferenciaron el realizar los trabajo en condiciones riesgosas, insalubres y peligrosas para el adecuado desarrollo de sus capacidades, que es lo que mayormente sucede, del trabajo digno como un derecho que se ejerce por propia voluntad, y por ser parte de su integración a su entorno comunitario.

Los integrantes de la Mesa hicieron un llamado urgente para que el Estado Mexicano cumpla cabalmente con acuerdos internacionales y las distintas leyes de protección a la infancia y asuma su papel para garantizar y proteger efectivamente los derechos de niños y niñas, poniendo especial énfasis en aquellos que se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad por realizar trabajos peligrosos o ser sujetos a las peores formas de explotación infantil.

La Mesa Social Contra la Explotación de Niñas, Niños y Adolescentes es un espacio colectivo conformado por instituciones nacionales e internacionales defensoras de los derechos de niñas, niños y adolescentes y académicos especializados en el tema. Está integrada por: Ririki, Intervención Social; Colectivo contra la Trata De Personas; Centro de Desarrollo Indígena Loyola; Programa Infancia (UAM); Save the Children; Caminos Posibles; Universidad Pedagógica Nacional y Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan.

Con información de Proceso