Inmerso en su peor crisis de gobernabilidad, con el país hundido en la falta de crecimiento económico, criticado por su incapacidad de frenar la violencia y de incumplir sus compromisos de paz, seguridad y respeto a los derechos humanos, con la peor baja de aceptación social de los últimos presidentes, Peña Nieto intento cerrar el caso de los estudiantes de Ayotzinapa en el momento mismo en que se presentan indicios de sublevación social en Guerrero. (Proceso)