Desde hace algunas semanas han comenzado a circular las opiniones sobre Ayotzinapa de algunos de los más adinerados empresarios mexicanos. Todas coinciden con una versión “Estudiaban para guerrilleros, se ganaron la muerte por revoltosos; quienes han exagerado la dimensión del caso lo hacen persiguiendo intereses ajenos a la vida de los 43 jóvenes”. Está claro que los 43 no eran sumisos jóvenes indígenas, maestros que soñaban con enseñar a leer y escribir a los niños y niñas para que eventualmente tuvieran un trabajo miserable, sino para que puedan trabajar y defender sus derechos y vivir dignamente. (Aristegui Noticias)