El discurso público de los hombres fuertes del gabinete de seguridad nacional se ha endurecido, aunque comienzan a aparecer contradicciones en su seno. La decisión del gobierno federal de abrir al escrutinio público las instalaciones del 27 batallón de infantería del Ejército en Iguala ha generado animosidad en altos mandos castrenses y se manifiesta ya con mensajes no tan cifrados en los medios. (La Jornada)