Han pasado más de 3 meses del crimen que el Estado cometió en Iguala, Guerrero, contra estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, con el doloroso saldo de seis personas asesinadas y 43 desaparecidas (una ya identificada como víctima mortal); y el gobierno no acierta a dar una explicación creíble. Contralínea