La puesta en marcha del Programa Frontera Sur es sólo una respuesta “reactiva” del gobierno mexicano a la crisis de los migrantes menores de edad no acompañados, mientras que las agresiones cometidas contra éstos y los adultos en su tránsito por México continúan y definen el panorama actual en materia migratoria, dijeron defensores de los derechos de migrantes. “Fue la peor respuesta del Estado a la ‘avalancha humana’, a la crisis humanitaria de los migrantes empobrecidos y violentados”, expresa Pedro Pantoja, sacerdote y defensor de los derechos de los migrantes. SinEmbargo