La política oficial de entrega es múltiple. Se ve en diferentes ángulos. Se ve ampliamente en los asesinatos individuales y masivos desde arriba, en los encarcelamientos que incluyen tratamientos especiales a dirigentes sociales, y los preparativos para una entrega del petróleo y de la industria eléctrica en una escala muy superior a la que ya hemos vivido.
La entrega a trasnacionales de zonas petroleras, y ahora también de la exploración de las mismas, y hasta de planeación, ya se dio, como en Burgos y en Chicontepec. Y nos mostraron su habilidad para rebajar sostenidamente la producción del petróleo y del gas. Antonio Gershenson/La Jornada