Decenas de miles de migrantes centroamericanos están siendo secuestrados, sometidos a abusos y extorsionados por bandas del crimen organizado en México. Los mantienen cautivos en pequeñas casas con docenas de otros migrantes y piden rescates por hasta 5 mil dólares por cabeza. Mujeres que no pueden pagar son violadas, mientras que los hombres enfrentan el riesgo de golpes y de ser reclutados por pandillas, según la policía.
«A mí me han secuestrado, me han golpeado, me han robado, me han puesto a trabajar y no me han pagado», dijo Juan Marcos Guardado, un reparador de techos de 27 años, mostrando las quemaduras y cicatrices que cubren su cuerpo y cuero cabelludo rapado. La Jornada