En abril pasado, el dibujante, pintor, escultor y ceramista, Francisco Toledo, y el presidente del Patronato Pro Defensa y Conservación del Patrimonio Cultural y Natural de Oaxaca (PROOAX), José Márquez, iniciaron una campaña para recabar un millón de firmas en rechazo a los transgénicos, “porque contaminar nuestro maíz es herir el corazón de México”.
“Estamos convencidos que el maíz transgénico es malo para México. Las empresas transnacionales que promueven estas semillas buscan ganar dinero, y para nosotros la salud del cuerpo y la salud de la tierra no tienen precio. Sabemos que el maíz transgénico va a contaminar nuestros maíces nativos si se siembra en México”, subrayó el Premio Nacional de las Ciencias y las Artes. Proceso