«El ser humano es esposado por la espalda, sus ojos vendados. Nadie dice una palabra. Los golpes llueven sobre el ser humano. Es colocado en el suelo y se cuenta hasta diez, pero no se lo mata —escribió el periodista argentino Jacobo Timerman—. El ser humano es luego rápidamente llevado hasta lo que puede ser una cama de lona, o una mesa, desnudado, rociado con agua, atado a los extremos de la cama o la mesa con las manos y las piernas abiertas. Y comienza la aplicación de descargas eléctricas».
Aunque la tortura es una práctica prohibida, aún no se ha erradicado en México. De acuerdo con AI y la CNDH, de 2006 a la fecha las denuncias sobre tortura se incrementaron en más del 500%. Esta situación hizo que AI escogiera a México como uno de los cinco países donde se enfocará la campaña Stop Torture (Detengamos la tortura) este 2014. Magda Coss Nogueda/Variopinto