*Instan a terminar con la militarización en funciones de seguridad en frontera sur y a reformar INM
México, DF, 17 de junio. Los secuestros, extorsiones, trata de personas, violaciones y homicidios por parte de pandillas centroamericanas, bandidos, secuestradores y funcionarios corruptos, es a lo que se enfrentan decenas de miles de migrantes centroamericanos que cruzan México; y representan el primer lugar de crisis humanitaria del Hemisferio Occidental, señalaron expertos del Programa sobre Seguridad Fronteriza y Migración de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola, por sus siglas en inglés).
Miembros de Wola visitaron el sur de México para documentar la ruta migratoria que siguen las y los centroamericanos. En su informe «La otra frontera de México» (disponible en inglés por el momento) precisan que la estrategia de seguridad fronteriza de nuestro país integrada por puestos de control, agencias militares, migratorias, de investigación e inteligencia, presenta una mala coordinación así como una corrupción endémica, ya que ahí es donde extorsionan a las y los migrantes.
Es preciso mencionar que en los últimos tres años el flujo de migrantes centroamericanos —principalmente de El Salvador, Guatemala y Honduras— que cruzan México y llegan a Estados Unidos (EU) ha aumentado. Junto con ello, el número de detenciones por parte de la Patrulla Fronteriza también ha crecido (162 mil 751 personas han sido aseguradas de octubre de 2013 a mayo de este año). Wola externó su preocupación respecto a la cantidad de niñas y niños que viajan solos y que han sido detenidos en ese mismo lapso: 34 mil 611 menores de edad.
Advirtió que EU respalda el aumento de fuerzas de seguridad en la frontera sur, “el problema reside en una situación en la cual el personal de las fuerzas del orden tiene un entrenamiento deficiente, escasa coordinación, y no es fiscalizado en casos de corrupción o abuso. Añadir aún más efectivos uniformados, puestos de control y mecanismos de vigilancia podría incrementar los abusos y desatar más violencia, sin reducir en términos reales el flujo de migrantes o de tráfico”, señala el informe.
En este sentido, la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos sugirió al Estado mexicano terminar con la participación de fuerzas armadas en funciones de seguridad ciudadana así como a coordinar labores entre agencias de aplicación de ley, de control migratorio y del poder judicial y el fortalecimiento de mecanismos para fiscalizar a la policía.
Sugirió también una reforma radical al Instituto Nacional de Migración (INM) y la reducción de obstáculos para solicitar asilo, refugio y/o visas humanitarias en México. De igual forma, Wola recomendó al gobierno mexicano, utilizar la asistencia de EU para aumentar la presencia de entidades judiciales, de fiscalía e investigación que ataquen directamente al crimen organizado y a la corrupción en la zona fronteriza, y no a las y los migrantes.
Asimismo, Wola pidió al gobierno estadounidense priorizar la asistencia hacia Centroamérica para prevenir la violencia así como para fortalecer el sistema de justicia penal y apoyar esfuerzos para combatir la corrupción y fortalecer los controles internos y externos sobre las fuerzas policiales.
También le solicitó desarrollar alternativas a la detención masiva de migrantes, especialmente cuando se trate de menores de edad; así como desarrollar una estrategia para abordar los factores económicos que generan las altas tasas de migración desde Centroamérica e identificar cómo la asistencia de EU podría ayudar a mitigar estos factores.
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