Mirna del Carmen Salazar, madre de Glenda Yaneira Medrano Salazar, quien murió junto con otros 71 migrantes en San Fernando, Tamaulipas (22 de agosto de 2010), resaltó que ella se enteró de la muerte de su hija por la cancillería. ‘‘Siempre tengo duda de que los restos que me entregaron sean de mi hija. No me dieron ropa ni fotografías y la prueba de ADN la realizaron en tan sólo tres horas. El presidente de la CNDH nunca nos tomó en cuenta’’. La Jornada