Cerca de 50 ciudades brasileñas salieron a las calles para demostrar su indignación por los excesivos gastos que ha generado el evento deportivo y para revindicar derechos sociales y económicos. De acuerdo a fuentes de seguridad del gobierno brasileño, se espera que las manifestaciones se intensifiquen durante las próximas semanas, en específico en las 12 ciudades que serán sedes mundialistas.