Con la corrupción hasta el copete/Alejando Paz Varela/Sin Embargo Durante el gobierno de Miguel de la Madrid, se impuso el llamado programa “Renovación Moral”, en el que los medios de comunicación no publicaban absolutamente nada sobre la corrupción que —ya desde entonces— imperaba en nuestro país. Actualmente, los medios (y sobre todo a las denuncias que llegan desde el extranjero), ya nos brindan la posibilidad de enterarnos de infinidad de casos de corrupción en México, pero no sucede nada: nadie paga, no hay nadie en prisión, no hay investigaciones creíbles en proceso en este momento; no caen funcionarios, no arrestan a empresarios involucrados; pese a que la organización Transparencia Internacional publicó apenas en diciembre su Índice de Percepción de la Corrupción 2013 y ubicó a México en el lugar 106 de 177 naciones, lo que lo coloca como uno de los países más corruptos. Aunado a la falta de avances en esta materia, dos fenómenos se han agudizado en México en fechas recientes: La percepción de que los partidos de oposición (PAN y PRD) también son corruptos como el PRI, y, la segunda pero no menos importante, la ola de violencia que se ha generado en contra de las y los periodistas.