Vigilado por un operativo de granaderos que lo triplicaba en número, el grupo inconforme bloqueó la avenida por más de 30 minutos, hasta llegar al edificio principal de la Universidad, donde hicieron un pronunciamiento a favor de la “autogestión” del auditorio de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), marcando esa leyenda con pintas en los muros. Proceso