Justicia alternativa/Ana Laura Magaloni/Reforma Los sistemas de justicia en el mundo se construyeron bajo una premisa equivocada: todos los casos debían ser tratados procedimentalmente de manera idéntica. Es decir, no se podía diferenciar el tipo de respuesta ni la ruta a seguir según las características peculiares del caso. Ello sucede en todos los ámbitos jurisdiccionales. En materia penal, por ejemplo, esta falta de diferenciación de respuestas se traduce en un sistema de administración de casos en donde toda averiguación previa sigue exactamente el mismo procedimiento de integración, sin que existan mecanismos, al interior de las agencias del MP, para dar respuestas diferenciadas, por ejemplo, el que roba sin violencia paga lo robado y el que mata se va a la cárcel. Tampoco se permite establecer prioridades en función de los tipos de delitos. ¿Funcionará la reforma penal?