La empresa templaria/Luis Hernández Navarro/La Jornada Desde el puerto de Lázaro Cárdenas parten los barcos que transportan el hierro que el dragón chino demanda para satisfacer el voraz apetito de materias primas que su crecimiento sostenido requiere. Cada cargamento vale 13 millones de dólares. En un año zarpan 30 buques con los contenedores llenos del mineral. Entre 50 y 75 por ciento de ese hierro proviene del crimen organizado.
Los estupefacientes son apenas uno más de los rubros en los que se ocupan los Caballeros Templarios. Se dedican también a administrar la violencia, impartir justicia y cobrar impuestos. ¿Cómo se conciben a sí mismos? ¿Qué colmó el vaso para los funcionarios estadounidenses con respecto a los Templarios?