Bajo la lupa, La edición de hoy — febrero 4, 2014 at 9:25 am

Pionera de lo posible/Dennise Dresser/Reforma

¡Ahí está el detalle!

Lydia Cacho en conferencia en museo memoria y tolerancia | Foto: César Martínez López

Pionera de lo posible/Dennise Dresser/Reforma Hoy, día de celebrar a mujeres de peso. De significado. Con vidas que trascienden y llenan de luz y van abriendo brechas y van proveyendo respuestas. Que comparten ideas, esperanzas, causas y hasta los miedos. Como mi amiga Lydia Cacho a quien le dedico estas palabras, con admiración, con amor, con el apoyo incondicional que le envío dondequiera que esté. Lydia Cacho, periodista, defensora de los derechos humanos, luchadora ejemplar, víctima -una y otra vez- de la podredumbre que no logramos erradicar del país. Y a pesar de ello, la sonrisa franca, la solidaridad continua, la espada desenvainada, la lucha inacabada, el despertar cotidiano para volver a empezar.

Ella ha denunciado que México es un país de pederastas y de políticos que los protegen. Ha tenido la integridad de decir que el emperador está desnudo. Es alguien que ha tenido la fortaleza interna para no callar, para no voltear la mirada, para no darse por vencida aun cuando la Suprema Corte la dejó desamparada. Le doy las gracias por no perder su espíritu combativo a pesar de las amenazas. A pesar de las pérdidas. A pesar de haber sido arrestada y encarcelada sin el debido proceso. A pesar de haber sido obligada -ante la falta de protección de las autoridades- a irse del país. A pesar de lo que tercamente no cambia.