Después de las 10 de la noche del sábado, contingentes de la Policía Federal y del Ejército se apostaron en el exterior de las instalaciones estratégicas de Luz y Fuerza del centro (organismo encargado de distribuir energía eléctrica a todo el Distrito Federal, a 80 municipios del Estado de México, dos de Morelos, dos de Puebla y cinco de Hidalgo). El objetivo era asegurar las instalaciones ante el inminente decreto de extinción que sería emitido al inicio mismo del domingo 11 de octubre. Según La Jornada el operativo se activó desde la mañana del sábado, tan sólo a la espera de la orden presidencial. La misma fuente afirma que mientras los policías federales se responsabilizaron del resguardo, cerca de 800 militares estarían a cargo de los aspectos técnicos para evitar cortes de energía. En el Estado de México hubo resistencia de los trabajadores por el desalojo por la fuerza a que se vieron sometidos.
Mientras el Gobierno federal mantiene una postura inflexible en torno al tema, a pesar de que el Sindicato y el gobierno mantuvieron negociaciones el día de ayer que terminaron sin resultados, desde distintos ámbitos de la sociedad surgen posicionamientos en torno al tema. Por ejemplo, los industriales agrupados en la Concamín aplaudieron la decisión gubernamental, argumentando ineficacia y corrupción en la empresa liquidada. Sin embargo, un exfuncionario federal aseguró que el problema de Luz y Fuerza radica principalmente en el robo que realizan precisamente algunas grandes empresas. Por lo pronto se ha anunciado una megamarcha el jueves a las 10:00 am del Ángel al Zócalo. Ya se han reportado algunos problemas en el servicio, especialmente algunos medios de comunicación como MVS radio, donde transmite la periodista Carmen Aristegui.