«Si el río no nos llevó, ahora las enfermedades nos van a matar”, lamenta Rocío Galindo Juárez mientras amamanta al más pequeño de sus ocho hijos en las instalaciones de un plantel escolar que no ha sido terminado de construir, donde se encuentran hacinadas 130 personas, en su mayoría menores de edad. En Totomixtlahuaca, Guerrero. Proceso