El hombre que como fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) entre 2003 y 2012 desafió a los dictadores de Congo, Sudán y Libia por crímenes y genocidio reconoce hoy que la violencia que ejercen los grupos criminales en México desde 2006 pueden definirse como crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, aclara que México no reunía las condiciones como para ser investigado por la CPI, a pesar de la denuncia interpuesta por organizaciones civiles en contra del ex presidente Felipe Calderón. Reforma