No Sólo de Pan…/Yuriria Iturriaga/La Jornada Slow food tiene el logo del caracol que va lento y lejos, en una carrera inédita contra el fast food que ha homogeneizado los sabores al mecanizar las preparaciones para llenar estómagos apresurados. Así esta organización, no es una obra de sólo carácter privado, su insistencia trasciende: por ejemplo tiene que ver con la soberanía alimentaria que es la cosa política más importante en el mundo o el hecho de que actualmente no sea la tierra el objeto de la codicia sino las semillas, de las cuales 80 por ciento es propiedad de cuatro transnacionales, entre ellas Monsanto. ¿Se puede cambiar el sistema partiendo de la comida?