La presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, quien se autocalificó como “una guerrera”, dio su aval a la reforma educativa que impulsa el presidente Enrique Peña Nieto, pero no la que “de manera demagógica”, dijo, aprobaron en el Congreso.
“Ni amenazas ni nadie me va a intimidar para morirme así, y quiero morir con un epitafio: aquí yace una guerrera y como guerrera murió”. Proceso