En 2007 el joven mazahua conducía el taxi familiar de San José del Rincón, Estado de México, al municipio vecino de Villa Victoria para trasladar a dos pasajeros, cuando fue interceptado por agentes locales que lo torturaron y acusaron de secuestro y portación de armas.
El resultado de la detención fue una sentencia a 37 años de cárcel por el primer delito y cinco más por el segundo.
Hace cuatro meses, el 17 de octubre, los ministros de la Corte lo exoneraron del cargo de secuestro y recuperó su libertad; no obstante, mañana jueves resolverán si hacen lo mismo con el otro ilícito, para dejar su expediente limpio, sin antecedentes penales, A un día de conocer el fallo, los recuerdos de Sánchez vuelven al recorrer la misma ruta que hacía la noche de su captura.
La Suprema Corte no ha resuelto en su favor el segundo amparo que lo ata a su pasado y no le deja iniciar una nueva vida.
«Hay quienes me felicitan que ya esté libre y otros me dicen: »ya saliste de la cárcel», como burlándose, yo quiero que eso vea el Gobierno, que por su culpa todo lo que estoy viviendo, y más que nada el juez que me sentenció.