El secretario de Gobernación, Alejandro Poiré y el gobernador de Chihuahua, César Duarte encabezaron ayer una ceremonia para develar un monumento a las víctimas de la violencia de género en Ciudad Juárez. Apenas iniciado el acto, madres de mujeres asesinadas en ese estado increparon a los funcionarios federales para exigirles justicia.
Poiré fue el único funcionario- de seis programados- que dio lectura a un breve discurso en el que ofreció disculpas a las familias de personas asesinadas, como ordenó la CIDH, cuando una madre aseveró:
investiguen los casos; un funcionario estatal me dijo que a mi hija la mataron por puta, y eso no es cierto«, otra mujer continuó:
“aunque fuera una golfa –que no es cierto–, nadie tiene derecho a desaparecerlas y matarlas”.