La semana pasada en Múzquiz, Coahuila se registró un accidente minero en el cual murieron siete trabajadores. Ante esta situación y en general, la poca atención sobre este problema por parte de los diferentes niveles de gobierno, el obispo de Saltillo, Raúl Vera resaltó el proceso que se ha generado entre los mineros desde el accidente el Pasta de Conchos que en 2006 dejó como saldo la muerte de 65 trabajadores. En ese sentido aseguró que:
«Los mineros saben que los concesionarios tienen obligación de darles seguridad y un trabajo que tenga dignidad. Siempre lo han sabido, pero el día de hoy ya perdieron el miedo para manifestarlo«