Memorias de una infamia Atenco no se olvida / Adolfo Gilly, en La Jornada. Después de seis años, los dos políticos implicados en la barbarie cometida en Atenco han asumido su complicidad y responsabilidad en este hecho deleznable. Los dos asesinados aún claman por la justicia que no llega; así también las mujeres que sufrieron agresiones sexuales: «nos percatamos de que los granaderos estaban drogados. Con las compañeras empezaron las agresiones y el abuso sexual». No deje de leer esta crónica, que nos va narrando lo sucedido en plena campaña electoral de mayo de 2006. Tres mil policías en la incursión con saña…