Los habitantes del asentamiento irregular Hidalgo y Carrizo, en el Estado de México, fueron desalojados la madrugada de este jueves, cuando mil quinientos policías antimotines ingresaron al predio junto con camiones de volteo y maquinaria pesada. La nota de Javier Salinas, de La Jornada, dice así:
«Con fuertes golpes en las puertas de las casas los oficiales despertaron a los vecinos, a quienes informaron que sus casas serían derribadas, por lo que tenían que sacar sus pertenencias. Llorando, niños, mujeres y hombres comenzaron el retiro de sus enseres domésticos, muebles o de lo que podían poner a salvo».