Ayer, a nombre del Estado mexicano, Alejandro Poiré, Secretario de Gobernación, pidió perdón a Inés Fernández por la violación sexual perpetrada por militares hace diez años y porque, hasta la fecha, el Estado no ha hecho nada al respecto para que ella acceda a la justicia.
En el acto, Inés Fernández no abandonó su desconfianza en el gobierno:
«Escúchenme todos, niños, mujeres y hombres, las autoridades aunque estén a tu lado y te digan que van a cumplir, no van a hacer eso».
Dirigiéndose al Secretario Poiré, continuó:
«Por ejemplo, el Secretario que está presente no me permitirá hablar con él porque yo hablo una lengua indígena que es tlapaneco».