En Ohio, un estudiante adolescente disparó contra sus compañeros en una escuela. Son tres ya las víctimas mortales; mientras tanto, esta nueva tragedia hace pensar a la sociedad estadounidense, pero también a todo el mundo, en el impacto de la violencia cotidiana en las vidas de los jóvenes. Cabe decir que, mientras la industria armamentista se fortalece, cada vez más personas se quedan sin sus hijos, padres, madres, esposos…