«Ella estaba en Santa Martha, donde pasó seis meses, y de momento la trasladaron a las islas que por «buen comportamiento», dice que está horrible, está sola, sus hijos no la pueden ir a ver porque están chiquitos y el mayor se encarga de mantenerlos, atiende en un puesto, no tienen dinero, lo que sacan es para comer», dice Carolina, vecina de María del Refugio, quien fue sentenciada a cinco años de prisión, tiene 37 años, es de escasos recuros y tiene cinco hijos de 2, 3, 4, 5 y 18 años.