El periódico La Jornada da cuenta de la pobreza estructural que invade y persiste en México. Así, señaló que la falta de dinero ha obligado a las familias a acudir a tianguis y adquirir juguetes usados:
«No importa si son usados, con una buena lavada se ven bien, o si están reconstruidos, aunque también hay otros que están en sus cajitas, pero cuestan más caro y no hay dinero, pues con los 700 pesos semanales que gano por vender fierro no me alcanza para ir a otro lugar y cumplirle a mis cuatro hijos».